Una vivienda antigua de 500 m2 convertida en carta de presentación para nuestros clientes.

En el año 2011 decidimos mostrar de una forma real todo nuestro trabajo. Para ello buscamos una vivienda antigua de 500 m2, desactualizada y de amplias dimensiones. La transformamos en nuestro nuevo Estudio de Interiorismo y en una vivienda showroom para nuestros clientes.

Nuestra idea era crear un espacio íntimo, que recogiera nuestra filosofía y alma: la fusión de un buen interiorismo y decoración respetando los elementos originales de la finca e incluyendo la tecnología más vanguardista.

Este espacio que se encuentra en constante transformación, cuenta con una exposición de mobiliario, iluminación y arte combinado con un sistema domótico integral. Además, dispone de dos salas dedicadas exclusivamente a audiovisuales, un cine profesional y una sala para música. Todo ello se realizó con el objetivo de poder experimentar y sentir el confort que aporta la tecnología.